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Por Ester Lucia Hutabarat y Katherine Seaton, Jhpiego

A diferencia de muchas enfermeras y matronas, el camino de Masri Ndoen hasta convertirse en matrona fue todo menos normal. Convencida por sus amigas de que las acompañara a hacer el examen de acceso a la escuela de enfermería, Masri decidió hacerlo ella misma, y fue la única de sus amigas que lo aprobó. Eso le allanó el camino hacia una carrera de matrona que acabaría llevándola a un puesto de gestión de un sistema sanitario comunitario.

Como directora del Sistema Comunitario de Salud de Batakte, supervisa la prestación de atención primaria de salud a unos 20.000 indonesios del subdistrito de Kupang Occidental. Gracias a sus casi tres décadas de experiencia como comadrona, Masri dirige a más de 80 trabajadores de atención primaria -desde médicos generalistas y dentistas hasta comadronas y enfermeras- que trabajan en 54 puestos de salud comunitarios y centros de divulgación, entre ellos el principal centro de salud comunitario, centros de salud más pequeños en las aldeas, maternidades de una sola habitación y puestos de servicios integrados repartidos por toda la región.

De comadrona de pueblo a líder del sistema sanitario

Masri empezó su carrera como comadrona en una aldea, atendiendo a mujeres embarazadas, madres y bebés, preparando partos sanos y seguros y prestando atención postnatal de calidad. Ahora pasa sus días asegurándose de que los 54 puestos de salud comunitarios y centros de divulgación que forman parte del Sistema Comunitario de Salud de Batakte prestan servicios sanitarios de calidad a todos los que los necesitan, como el goteo constante de más de 2.500 clientes que visitan cada mes el Centro Comunitario de Salud de Batakte (de los cuales entre 10 y 15 son mujeres que acuden al centro para dar a luz). La satisfacción del cliente es clave para ella.

"La formación académica y las experiencias que he tenido como matrona me ayudan a entender los problemas desde ambos puntos de vista. Me hace sentir que tengo la vocación de asegurarme de que este centro de salud preste servicios satisfactorios a los clientes." -Masri Ndoen

El gobierno indonesio la está ayudando a conseguirlo. Como parte de un nuevo enfoque para reforzar los servicios de atención primaria de salud del país, ha identificado dos áreas principales de atención para centros de salud como el de Masri: la atención basada en las instalaciones y la atención basada en la comunidad.

La gestión matutina es clave

Las mañanas de Masri suelen estar dedicadas al centro de salud comunitario. A las 7.30, ya ha emprendido su viaje de 20 minutos al centro para llegar a la reunión informativa diaria con su equipo. A continuación, comprueba cómo están los clientes y los distintos proveedores de servicios, y se entera de los triunfos y los retos que han experimentado. Si el equipo de Masri no se siente apoyado, sus servicios empiezan a resentirse.

Cuando llegó por primera vez al Centro de Salud Comunitario de Batakte hace 18 meses, Masri recibió muchos comentarios de su equipo en el sentido de que necesitaban más apoyo. Inmediatamente hizo algunos cambios, como cambiar el horario del centro de salud.

"Entiendo que la mayoría de las matronas y enfermeras de aquí son amas de casa, y tienen muchas cosas que hacer por la mañana, como preparar la comida para la familia y preparar a los niños para ir al colegio", dice Masri. "Elegí empezar la jornada a las 8 de la mañana para que tengan tiempo de hacer esas cosas por la mañana".

También reconoció importantes deficiencias en la actuación del personal sanitario y la falta de datos. "Necesitábamos evaluarnos y mejorar", afirma. "Así que pedí que todo el personal registrara su trabajo y rendimiento trimestral y redactara informes periódicos. Ahora dominan los datos y pueden responder a preguntas sobre su trabajo".

Masri ha llevado a cabo estos cambios con la ayuda del proyecto MOMENTUM de liderazgo nacional y mundial, financiado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional y dirigido por Jhpiego. El proyecto facilita supervisión, retroalimentación, asistencia y formación al personal del centro de salud de Masri.

"Con la supervisión facilitadora, los trabajadores sanitarios recuperaron sus capacidades", dice Masri. "Ahora (los trabajadores sanitarios) toman la iniciativa de realizar simulacros de emergencia rutinarios cada dos semanas y revisamos los datos y el rendimiento todas las mañanas".

Un compromiso con la salud de la comunidad

Después de pasar la mañana en el Centro Comunitario de Salud de Batakte, Masri dedica las tardes a su comunidad. Una tarde cualquiera, ella y su equipo están en los puestos de salud, en las escuelas, asesorando en materia de salud, examinando periódicamente a los ancianos para detectar enfermedades no transmisibles, supervisando el agua potable y las prácticas de saneamiento básico, y controlando a las mujeres embarazadas y a sus hijos, pesando a los niños pequeños y dando de comer a quienes lo necesitan.

Desde que Masri llegó al centro de salud, se ha propuesto colaborar habitualmente con la comunidad a la que atiende. Todos los viernes crea espacios para que la comunidad se reúna y hable de su salud, ya sea en eventos deportivos, desayunos con distintos pueblos y escuelas o actividades de limpieza del vecindario. Masri también asiste a reuniones mensuales de coordinación con representantes de todo el subdistrito, que se celebran en distintos pueblos para interactuar con los miembros de cada comunidad.

"En última instancia, nuestro objetivo es crear una comunidad sana", dice Masri. "Pero no podemos conseguirlo sin implicar activamente a las personas a las que servimos. Tiene que haber esfuerzos realizados por y a través de la propia comunidad para que todos podamos alcanzar nuestro objetivo común."

Chantelle Allen, enfermera titulada y asesora técnica superior de calidad de los sistemas sanitarios de Jhpiego, realizó una revisión técnica de este artículo.

Ester Lucia Hutabarat es especialista superior en comunicación de Jhpiego Indonesia. Katherine Seaton es Directora de Comunicación de Jhpiego.